Al llegar la medianoche y romper en llanto el Niño, las cien bestias despertaron y el establo se hizo vivo... y se fueron acercando y alargaron hasta el Niño sus cien cuellos, anhelantes como un bosque sacudido. Bajó un buey su aliento al rostro y se lo exhaló sin ruido, y sus ojos fueron tiernos, como llenos de rocío... | Una oveja lo frotaba contra su vellón suavísimo, y las manos le lamían, en cuclillas, dos cabritos... Las paredes del establo se cubrieron sin sentirlo de faisanes y de ocas y de gallos y de mirlos. Los faisanes descendieron y pasaban sobre el niño su ancha cola de colores; y las ocas de anchos picos | arreglábanle las pajas; y el enjambre de los mirlos era un vuelo palpitante sobre del recién nacido... Y la Virgen entre el bosque de los cuernos, sin sentido, agitada iba y venía sin poder tomar al Niño. Y José sonriendo iba acercándose en su auxilio... ¡Y era como un bosque todo el establo conmovido! Gabriela Mistral |
5 comentarios:
Bellísimo. Hermosas letras.
Ciertamente, una gran escritora.
Bienvenido al blog, Angus!
Un abrazo
Hola mi amiga talentosa!!!!!, me encanta contar con tu amistad!!!!, y ojala mi belen , tenga un poquito de tu talento.-
Muchisimasssssssssssss felicidades!!!!!!!
Y muchos cariños para ti y los tuyos, desde aca, desde Montevideo-
hola tocalla.. soy belen, la hija de anne!!.. me gusta mucho tu blog y las cosas que escribes en ella.. me gustaria que tu vieras el mio..
un saludo..
BeLu!
Anne! hola!
Es un placer ser tu amiga... y sabes que siempre puedes contar conmigo..
Y BeLu! Mucho gusto en conocerte!!!
Tocaya..! ..que bueno que te gusta mi blog... he visitado el tuyo y me gusta mucho, me gusta que tenga tu toque personal :)
Un gran abrazo para las dos..
Maria Belén
Publicar un comentario
Sé amable y deja tu comentario. Si lo deseas, puedes suscribirte para recibir la respuesta en tu correo electrónico.